Orientaciones para la organización del ambiente y selección de recursos materiales de aprendizaje
Espacio flexible, materiales naturales y no estructurados
Crear espacios y ambientes donde se estimulen los sentidos es
importante para el
desarrollo apropiado de la infancia. El espacio educativo debe estar diseñado de manera tal que invite a descubrir, explorar y crear juegos que permitan a los niños y las niñas inventar e imaginar. Un ambiente y materiales que sugieren, pero que no determinan de antemano la acción. Se recomienda recolectar elementos naturales y no estructurados, tales como plantas, canastas de fibras naturales, arena de diversos tipos, tierra, barro, lodo, piedras y caracoles. Estos materiales son un gran estímulo para observar,explorar y tocar.
Presencia de la representación simbólica, lenguaje escrito y las artes visuales
El lenguaje escrito debe estar presente en el ambiente, a través de las
múltiples rotulaciones, señalizaciones y etiquetas correspondientes
a los materiales y las diferentes zonas de juego. Los niños y las niñas
necesitan tener experiencias de primera mano acerca de la función del
lenguaje, para la adquisición y uso del mismo tanto oral como escrito,
de manera efectiva y placentera. Igualmente es importante estimular
y tener presentes otras formas de representación simbólica, como
imágenes, dibujos, pinturas, esculturas y modelados, entre otras, para
contribuir a la formación de seres humanos creativos, de pensamiento flexible y comunicativo.
Sentido de la estética: el orden, la armonía y la belleza
El espacio debe ser un lugar bien organizado donde la disposición
adecuada del mobiliario y de los recursos favorezca el aprendizaje de
los y las estudiantes. La forma en que están dispuestos los materiales
puede invitar y provocar que los niños y las niñas se involucren con
entusiasmo y motivación en las distintas experiencias formativas,
tanto de manera individual como colectiva o, por el contrario,
desmotivarlos/as e inhibirlos/as en su uso, por la manera poco
atractiva en que se organizan y se dispone de ellos.
Fomento de la autonomía e independencia
El mobiliario debe permitir el movimiento de un lugar a otro sin temor
a accidentes. Se recomienda el uso de estantería baja que permita
mantener la visibilidad de los espacios, promoviendo la autonomía
e independencia de los niños y de las niñas. Para esto es importante
delimitar las zonas: biblioteca, artes, tecnología, construcción,
dramatización, ciencia y juegos lógicos. Establecer claramente el orden
y el lugar de cada material facilita la autonomía. Los materiales al alcance
de los niños y de las niñas deben ser apropiados para su edad, y la
forma de usarlos y de guardarlos debe quedar clara mediante el uso de etiquetas y rótulos.
Presencia de las producciones de los niños y de las niñas
Las producciones y materiales elaborados por los niños y las niñas
enriquecen el ambiente. Ellos y ellas son el centro del proceso
de enseñanza y de aprendizaje, razón por la que el espacio debe
reflejar este valor. Exhibir las producciones de los propios niños y
niñas manifiesta sus avances y nuevas experiencias en el tiempo,
expresando el mensaje de que las mismas son valiosas y únicas
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